El rey de la máscara de oro
y otros cuentos fantásticos
Marcel Schwob, cuyo verdadero nombre era Andre Marcel Mayer, nació en Chaville en 1867, y murió en la primavera de 1905 en un oscuro departamento de la calle Saint-Louis-en-I'lle. De constitución enfermiza, se extinguió entre montones de libros, luego de haber escrito la prosa más bella dentro de la narrativa simbolista y decadentista de fines del siglo XIX en Francia. A diferencia de otros cultores de la novela "artistica" -como Pierre Louys, Henri de Régnier o Gustave Kahn- Marcel Schwob utiliza críticamente, podría decirse "pedagógicamente", tanto la fastuosidad verbal como la intención alegórica o la cita erudita, recursos que en la mayoría de los casos se convertían en el oropel lujoso de una estrecha concepción de las relaciones humanas. En Schwob el ademán estético no tiene nada del lujo amanerado de los iniciados en las cuitas formales de lo bello. Schwob es cruel, tenso; es sentimental, nunca frivolo. Y la utilización de un decorado fastuoso le sirve para medir con verosimilitud y énfasis desesperado el abismo que media entre el productor y lo producido, entre el hombre y su obra, el mundo civilizado. Así, debajo de la máscara de oro, emerge, como conciencia lúcida de lo hecho, el rostro carcomido de la necesidad. Lo bello resulta en Schwob una paradoja del acaecer trágico del trabajo humano.