En el revés del cielo
Hay en este conjunto de poemas de Olga Orozco una serenidad que intranquiliza. A pesar de que aparecen ante el lector como secuencias de un proceso desde el presente de la escritura, revelan la visión de los vestigios del futuro; a pesar de invocar un futuro resistente a la inmediatez, del configurarse como imágenes de un relato de procesos causales. La guerra de la descripción tiene lugar entre el deseo y la revelación de lo que se puede decir; no hay manera de acudir al plástico se lo que no se puede decir. Lo que no se debería decir no sería posible si no lo hablara la fragilidad, si no lo hiciera el reconocimiento mismo de la posición. Imaginación y realidad se encuentran en un mismo horizonte. La imagen se da como disposición de la elocuencia como la cautela que preserva de los riesgos del verbo. Blake en este caso es la mirada de las obras del tiempo.