Tierras de frontera
Héctor Tizón afirma que ha pasado parte de su vida tratando de aprender de los niños el arte de narrar: Ellos tienen la gracia de la mirada virgen, la síntesis magistral que les da el asombro y de este modo todo lo que ven y cuentan es nuevo, a pesar de ser tan viejo como el mundo. No de otro modo estos escritos conjugan la visión infantil y el oficio del escritor consumado que, como un eterno amanuense intenta registar la vida de los hombres para atrapar así el fulgor de algo que se extingue: la memoria de una cultura que desde la Puna se irradia hacia una frontera cuyos límites se desdibujan en la inmensidad de la geografía argentina y del tiempo.
Qué significa ser un artista. El idioma, la piedad, el amor y la muerte. Buenos Aires y el Inerior. Jujuy y la infancia. Borges y Calvino. Quevedo y Martínez Estrada. Escritos en diferentes circunstancias entre 1969 y 1999, estos textos se disfrazan a veces de historias para esbozar una nueva visión de la Argentina, de su pasado, de su presente y de sus sueños. Tizón reflexiona en ellos con una prosa desbordante de lirismo e inteligencia, y confirma, una vez más, que es uno de los autores fundamentales de la literatura latinoamericana contemporánea.