Las rosas y otros poemas

Nacido en Praga, como Kafka, en 1875, Rilke es uno de los poetas más exquisitos y sensibles. El misticismo, los ritmos suaves y la preferencia por temas como la vida, la escritura, la muerte y la naturaleza son los tópicos que caracterizan su obra.

En el castillo de Duino, cerca de Trieste, nace este texto en el que la sabiduría del poeta le permite transmitir un conocimiento capital: la aceptación de todo hombre de su modesto y natural papel, como el alfarero, como el niño, como el animal, serenamente armonizado con el mundo. 

En el castillo de Duino, bajo la protección de una princesa, retoma el ímpetu creativo: las Elegias de Duino son el resultado. Aquí seleccionamos tres Elegías: en la Primera, Rilke comienza con una afirmación sorprendente: lo bello no es más que el primer escalón de lo terrible y lo terrible es lo absoluto. La música y su posibilidad creadora emparenta este texto con los Sonetos a Orfeo.

En la Segunda Elegía, en la imagen de los ángeles encuentra Rilke una metáfora de la disgregación del hombre y la caducidad del amor y la pasión.

El erotismo resistido por Rilke, antinomia entre amor profano y amor divino, constituye la temática de la Tercera Elegía. La poesía metafísica, exaltada por Heidegger, como los Sonetos a Orfeo, lo colocan a Rilke como un poeta central de la lírica germánica.

Su obra se completa con otros grandes títulos: Cuadernos de Malte, la poesía filosófica de El libro de horas y la poesía visual ("poemas-cosa", "poemas-pintura") de Libro de las imágenes. Dentro de lo más delicado de su obra, no podemos dejar de citar esos textos poco conocidos de su escritos entre 1924 y 1925, originalmente en francés. producción, y que constituyen el "ciclo de la rosa" con ellos abrimos esta antología y también de ellos tomamos el titulo.